Se encontraba desolado, curioso de conocer cómo es aquello que jamás ha visto, aquello que es efímero, un sentir de lo intangible, una sustancia que hace ver a uno lo invisible, algo que va y viene, pero en algún punto muere para poder convertirse en un cuerpo, en una forma, en un ser… en algo que se une para pasar a lo eterno.
Al pasar el tiempo se dio cuenta de las cosas que no pudo decir y que muchos ignoran resultando ser las más importantes. Lo más difícil es poder escuchar ese sonido humano donde hay luz y al mismo tiempo oscuridad, sin embargo se transforma en algo distinto… en algo hermoso.
Es curioso que las personas que son difíciles de amar son aquellas que más lo necesitan, y aquellos que son excesivamente amados, amados hasta el empacho crean un abismo en ellos, en estos seres que despiertan un interés descomunal, produciendo sentimientos con razones suficientes para justificar todas esas locuras a punto de cometer.
Sin saber qué era exactamente lo que ella necesitaba de él, pudo ver que no sólo se trataba de un bello sentimiento, sino de un espectro que habitaba en un mar de pensamientos… de un lugar donde solo se encontraba la oscuridad… de un lugar único para fusionarse en un blanco resplandor.
Andando de un lado a otro se decidió a entrar en un establecimiento, donde encontró ángeles, gnomos, duendes, ratas y ciertas criaturas no relacionadas con su desolada realidad… ¡Cuánta confusión!… ¡Otra vez ahí!… ese ser angelical, cuyos labios carnosos eran minuciosamente envueltos por sus pensamientos.
Comenzó a comprender…en su rostro transformado se reflejaba lo que pronto iba a sentir al ver a esa linda dama de labios cubiertos de brillo natural que adornaban su linda mirada con ojos penetrantes, inesperadamente tomó la decisión de acercarse a ella y atreverse a robarle un beso sin descartar la probabilidad de salir despedido de una fuerte bofetada.
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