Nunca me abandones
Este, el mundo en que vivimos, es un mundo complejo, tan complejo que sería una locura tratar de entender como se interconectan todos los elementos que lo forman, tratar de seguir las marañas que forman los juegos de poder de gobiernos y consorcios, llegar a una conclusión práctica de cómo evolucionan las costumbres sociales de tal forma que pudiéramos prever las mutaciones de los afectos y los vaivenes del anima humana o intentar vislumbrar los enredados cambios en la moralidad viéndola como un conjunto de normas más o menos consensadas, todas ellas creadas para evitar que nos saquemos los ojos mutuamente pero que a la larga demuestran ser normas maleables y sumamente flexibles.
Nunca me Abandones
Sociedad, países, formas de sentir y de estar en este mundo, todo cambia vertiginosamente, se contrae, se expande, se confunde, se muestra y se esconde. En síntesis: SE MUEVE. Todo lo que nos rodea se mueve con plenitud y en todas sus formas tanto visibles como invisibles… y sin embargo…
Y, sin embargo, pareciera que nosotros, en nuestro día a día, no nos movemos mucho. Puedo asegurar que comúnmente seguimos nuestras vidas de una manera más o menos igual a como nos hemos acostumbrado a venir viviéndolas, es decir, que nuestras vidas se desarrollan en base a una cierta historia personal que a nosotros nos parece lógica de acuerdo con nuestras experiencias.
Nuestra existencia la vamos llenando de costumbres (y aquí llamaría costumbre también a “el romper la costumbre” ya que romper las reglas es una “costumbre” per se para aquellos que lo practican) y de formas de responder a las situaciones del mundo, todas ellas, si no son demasiado extravagantes y conflictivas para nosotros mismos o perjudiciales para el prójimo, nos resultan bastante lógicas y plausibles, vaya, normales y coherentes a nuestra historia personal.
Ahora me pregunto, ¿cómo es posible que mantengamos cierta cotidianidad y que ésta parezca ajustarse al entorno cuando el entorno se mueve como un maremoto dentro de un bucle de movimiento continuo?, digo, no vayamos más lejos, estamos viajando sobre una roca que se la pasa dando vueltas como canica en el espacio y que va a una velocidad tremenda, y aún así, vivimos dentro de lo cotidiano, nos sentamos en una banca a ver pasar a la gente.
Yo me respondo lo siguiente, podemos vivir dentro de “lo habitual” porque el ser humano común y de a pie no puede hacer otra cosa más que tomar por cierto lo que ve a primera vista, es así hasta que un día, de pronto, lo que creíamos habitual deja de serlo.
Nunca me Abandones de Kazuo Ishiguro
En la novela de Kazuo Ishiguro “Nunca Me Abandones” se nos narra la cotidianidad de los estudiantes del internado de Hailsham, nada fuera de lo común en un principio, lo habitual entre niños y adolescentes, juegos, pláticas en el jardín, la intuición de la vida adulta y el descubrimiento del amor juvenil. Lo habitual.
Pero “lo habitual” de pronto empieza a parecernos que no es tanto así, al grado que sólo dentro de las paredes de Hailsham nos sentimos seguros, incluso como lectores, porque hay algo que no concuerda, algo ha cambiado en la ciudad que rodea la escuela, algo no va con la sociedad en que se están desenvolviendo estos niños y jóvenes. No sabemos identificarlo, pero, conforme vamos leyendo nos empieza a hacer más y más ruido y solo adentro de Hailsham seguimos ubicando la normalidad.
¿O es la normalidad a la que siempre se han acostumbrado los alumnos del internado lo que nosotros atestiguamos tan solo como espectadores, con la molesta sensación de que algo no anda bien y no sabemos que rayos es?
El mundo se mueve y nosotros con él, un día nos despertamos y resulta que nuestras verdades dejan de serlo, que nuestras costumbres ahora son nefastas o, al contrario, que lo que siempre se nos criticó ahora es un valor admirable. Kazuo Ishiguro nos advierte sobre el eterno movimiento que nos rodea y que nos alcanzará tarde o temprano a todos nosotros.
Película “Nunca Me Abandones”
¿Cuál será nuestra función no intuida en ese nuevo mundo que se forma desde lo intangible?, quizá ya nos ha alcanzado y sólo lo percibimos desde la cotidianidad de nuestras vidas. “Lo habitual” no es un asidero seguro para navegar en el eterno cambio como no lo es tampoco el adaptarse a él, que tiende a volverse también costumbre.
Quizá el único sitio que pueda permanecer frente al devenir sea aquel de los sentimientos, quizá sea el amor lo último que se extingue en ese sitio cuando todo ha cambiado a nuestro alrededor.
“Nunca me abandones” me encanto, me desubicó, me sorprendió como el final se nos va revelando poco a poco, pero no lo vemos hasta justamente el final de la novela, y es entonces, cuando vemos todo claro y quizá a alguien sensible se le escape una lágrima.
Le doy cinco estrellas y le daría 20 si pudiera. ¡Gran libro!
Nunca me abandones
Autor: Kazuo Ishiguro
Título original: Never let me go
País de origen: Reino Unido
Editoriales que la publican en español: Anagrama dentro de la colección “Panorama de narrativas”.
Dónde comprarlo: Librerías Gandhi
Roberto es pintor y dibujante, tiene una identidad secreta como diseñador gráfico. Su sueño; que algún día una editorial publique un libro con sus cuentos. No le gustan las narraciones tiernas, panfletarias, sencillas, abiertamente dramáticas o simplemente rebeldes.
