El 29 de abril se celebra el Día Internacional de la Danza, para celebrarlo entrevistamos a dos maestras de esta disciplina, en esta ocasión, Claudia Silva Accatini entrevista a la profesora Ana Luisa Baquedano, quien es directora de la compañía de danza Movimiento Moderno o “MoMo”, como todo el mundo la conoce, y para Claudia es una referente en el mundo de la danza en Chile.
La pasión por la danza las une
Cuando llegamos a Momo, un sábado típico de otoño en Santiago de Chile, nos encontramos con la maestra Ana Luisa Baquedano y enseguida notamos que existían lazos afectuosos entre ella y Claudia. Comienzan a conversar de temas y personas en común, es claro que el círculo de la danza es muy estrecho e íntimo, después de unos minutos de ponerse al corriente, comienza la entrevista como tal.
Los inicios
Ana Luisa comenzó su carrera en las salas de ensayo a los 9 años en Concepción, ciudad en el sur de Chile, perteneciente a la Región del Bío Bío, región que a su vez toma su nombre del río que cruza la ciudad. Corrían los años 60s y el Conservatorio de la Universidad de Concepción era la sede de sus ensayos, ahí los profesores Alejandro Merino y Belén Álvarez impartían clases de danza clásica y moderna, recuerda Ana Luisa que ellos fueron sus primeros profesores.
Ana Luisa sigue estudiando con profesores como José Luis Sobarzo, Fernando Beltrami entre otros grandes instructores de la disciplina, todo esto como parte de seguir su pasión por la danza, sin embargo, al cumplir 18 años se traslada a Santiago para seguir con sus estudios universitarios y elige la Licenciatura en Educación en Matemáticas como carrera.
La danza en Santiago
Ana Luisa nos cuenta que Santiago de Chile era muy diferente a lo que es ahora, la danza se enseñaba en lugares muy puntuales y se debía tener las referencias para llegar a las academias de los profesores, sin embargo, eso no fue una traba para ella, es así que tomó clases con Patricio Bunster, Octavio Cintolesi, quien trabajaba en el Teatro Municipal de Santiago, el teatro principal de Chile, y finalmente, Ximena Pino, a quien considera una de las grandes instructoras de danza de Chile. Ana Luisa recuerda con nostalgia que finalmente todo el mundo ha pasado por los mismos profesores, lo cual denota que en Chile el mundo de la danza es muy pequeño.
La danza como actividad principal
Durante sus estudios universitarios se inscribió a la Compañía de Ballet de Cámara de la Universidad de Santiago que dirigía Paco Mairena e Ingeborg Krussell, con quienes posteriormente colaboró durante las clases, sin embargo, al terminar la carrera y pese a sentir que su pasión era la danza, se convirtió en profesora de Matemáticas y la danza se convirtió en un hobbyque practicaba regularmente.
Diez años de espera
Después de 10 años como profesora de Matemáticas, decide dar el paso definitivo a la danza, para esto estudia en la Universidad de Chile la carrera de Danza y cuando egresa comienza a dar clases y años después funda la Compañía de Danza Movimiento Moderno, la cual es de las pocas escuelas que instruye a niños y jóvenes menores de 25 años.
Logros y satisfacciones
Ana Luisa nos cuenta que en estos 25 años la danza le ha alimentado espiritualmente de una manera tremenda, asimismo nos cuenta que se siente feliz de formar a niños y jóvenes en la danza y lo que más le satisface es ver a sus alumnos bailando en las principales agrupaciones de danza en Chile como lo son el ballet del Teatro Municipal de Santiago y el Ballet Nacional de Chile, así también, hay alumnos que se formaron en su compañía que participan en destacadas compañías en países como Brasil, Israel, Francia, Estados Unidos, entre otros.
Para Ana Luisa, la danza es una correctora fundamental disciplinario, ya que considera que en las escuelas no se imparten los valores necesarios para que los chicos tengan una mejor preparación académica tanto para la vida profesional como personal y reconoce que muchos de sus alumnos han mejorado su desempeño escolar después de que comienzan clases de danza ya que esta disciplina les pone normas y estructura.
Los obstáculos
Cuando le preguntamos por los principales obstáculos que ha tenido a lo largo de su carrera menciona que la gestión es el mayor obstáculo de compañías como MoMo. Hacer sustentable un proyecto cultural es siempre un reto y más cuando se trata de uno que no puede postular a los grandes fondos públicos por trabajar con menores de edad. Aún así, los chicos Momo han logrado mucho éxito en Chile y en el mundo, gracias a la buena voluntad de la gente que apoya, empresarios y por supuesto, los padres de familia.
La danza como elemento de cambio social
En MoMo se reciben chicos becados que de otra manera no tendrían la posibilidad de practicar danza, lo cual reconoce es una tarea complicada porque se enfrenta a la negativa de los padres y muchas veces tiene que cambiarles la idea que tienen sobre esta disciplina. Asimismo, reconoce que hay flojera corporal en los jóvenes, una especie de estado adormecido sobre la creación y el trabajo. Por medio de la danza, Ana Luisa ha logrado ayudar a chicos en riesgo social entregándoles una formación integral.
El papel del gobierno
Al ser una actividad que genera un cambio social palpable, Ana Luisa cree que el gobierno debería disponer mayor cantidad de recursos para entidades que trabajan con niños y jóvenes menores de 18 años, que es con el grupo de población con el cual debería de trabajarse para mejorar la formación de los futuros artistas.
Las proyecciones al futuro
Todas las noches Ana Luisa sueña con tener un teatro en donde pueda trabajar con sus chicos ahí y posteriormente tener un conservatorio para que los niños comiencen una formación formal de danza y otras disciplinas a temprana edad y de esta manera, los chicos solo revaliden su formación artística con un título universitario, ya que, en opinión de Ana Luisa, comenzar a estudiar danza u otra disciplina artística a los 18 años es demasiado tarde y en 4 años no se puede formar a un artista.
La despedida
Cuando le pedimos un mensaje de despedida para los jóvenes, Ana Luisa recuerda que, a pesar de no haber tenido una faceta tan destacada como bailarina, toda la preparación y estudio que le exigieron sus profesores le ha permitido perfeccionar la instrucción hacia sus alumnos, a los que les pide que estudien, que ese es el único camino para perfeccionar la técnica y llegar a los lugares más altos.
Nos vamos de Momo porque Ana Luisa tiene que empezar su siguiente clase, es sábado, un día frío, típico de otoño en Santiago de Chile.