Heroínas - Celebrando el Día de las madres | LandingMX


¿Qué sería de nuestros días sin la presencia de aquellas mujeres que han optado por la valiente decisión de ser madres?

Creo que a todos nos ha pasado que independiente de la edad que tengamos, al estar cerca de ellas, volvemos a nuestros mejores años para sentir su amor, su cariño, su protección. Personalmente vuelvo a ser una niña para dejarme consentir cuando estoy junto a ella.

Es un trabajo de tiempo completo ad honorem. ¡Vaya mujeres!, realmente son seres venidas de otros mundos, ¡Wonderwomen!, tienen el don de sanar un corazón roto en cuestión de segundos o compartir sus múltiples dones a cada uno de sus hijos sin reservarse nada. Curan una enfermedad con una sabrosa sopita, son las mejores trabajadoras en cada uno de sus oficios. Llegan a trabajar de forma extraordinaria bajo presión, son las mejores administradoras de los recursos,

¿Han notado que pueden hacer milagros!, sí milagros. Con ellas sucede el milagro de la multiplicación de los panes, porque donde come uno puede llegar a comer tranquilamente un batallón.

Con una sola de sus miradas podemos saber lo que nos quieren decir, una mirada de firmeza, vale más que cien palabras y al momento todos obedecemos, sin excepción.

Pues definitivamente somos tan afortunados que venimos acompañados al mundo de los mejores ángeles. A cada uno nos toca aquella mujer que va a ser nuestros ojos, oídos, nuestra voz cuando somos niños y son nuestro mejor soporte cuando empezamos a caminar, maravillosamente tejen día tras día nuestras fuertes alas para un día, y cuando estamos listos, empezar a volar.

Son nuestra primera mejor amiga, qué entretenido poder conversar por horas con ellas, disfrutar de su sonrisa, que es como ver brillar el sol, los problemas desaparecen y volvemos a sentir paz cuando sentimos unos de sus cálidos abrazos, sabemos inconscientemente que la luz al final del túnel siempre aparecerá.

madres

 

Vamos creciendo y aprendiendo juntos; maestra y aprendiz todo en base al amor incondicional que nos profesan, ¡qué gran privilegio! Forjamos nuestro carácter, nuestras habilidades, superamos nuestros miedos, nos elevan y somos su orgullo cuando hablan de nosotros.

Conforme pasan los años van remasterizándose, aprenden de los aciertos y errores, siempre se levantan para hacer mejor nuestros días, las experiencias vividas son un tesoro, escuchar sus anécdotas sobre todo de aquellas que ya llevan varios tramos recorridos es como volver a vivir. Ay de nosotros cuando faltan, la vida se torna gris porque el color lo ponen ellas.

Poder resaltar todo cuando hacen y todo por lo que han tenido que pasar por ver a sus hijos crecer, no tiene precio, pues en la mayoría de los casos, siempre quedan de lado sus anhelos o sus sueños por hacer posibles los de sus hijos, qué nobleza, un gran acto de humildad y de trabajo duro.

Sus sabias enseñanzas hacen de nosotros mejores seres humanos y son un gran ejemplo de entrega y dedicación.

¡Gracias a todas por hacer posible a ratos lo imposible, por su perseverancia y tenacidad, por ser quienes nos dan la mano en nuestros primeros pasos, por darnos su tiempo y su amor sin medida, por habernos regalado la oportunidad de estar en este mundo!

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