En las últimas semanas, seguramente has visto en nuestras redes sociales fotografías del Nevado de Toluca, el Iztaccíhuatl, el Popocatépetl, el Pico de Orizaba, pero también de las profundidades del mar. Todo esto es gracias a la lente de María Paula Martínez Jáuregui Lorda, que amablemente aceptó colaborar en nuestra plataforma compartiendo algunas de sus fotografías y relatos de los viajes que realiza.
De esta manera, nos lanzamos a entrevistarla para que nos cuente bien a bien, quién da vida a su cuenta en Instagram (@maripomartini).
¿Quién es María Paula?
María Paula estudió Letras francesas en la UNAM, posteriormente un diplomado en Divulgación de la Ciencia y llevó a cabo su servicio social en el Jardín Botánico de la universidad, hecho que la acercó a la naturaleza y su estética; sin embargo, fue por insistencia familiar que entraría al mundo de la fotografía.
Su padre le compró su primera cámara profesional, pero al no saber cómo usarla, tomó un curso básico en la Escuela Activa de Fotografía, donde al ver su talento inmediatamente le becaron, por lo que siguió estudiando hasta lograr una beca para estudiar fotoperiodismo en París y Londres.
Fotógrafos Sin Fronteras
Al estar estudiando fotoperiodismo, María Paula habla con una amiga que se desempeñaba como intérprete en zonas de conflicto y ella le sugiere contactar a la organización Fotógrafos sin fronteras. Esto provocó que se le abrieran grandes posibilidades y gracias a su portafolio de trabajos anteriores, María Paula es invitada a la India a un taller de fotografía que buscaba reflejar el trabajo de una fundación dedicada al empoderamiento de mujeres y niñas.
Las fotografías que toma en la India ganan un premio en México, el cual dedica al financiamiento educativo de 6 niñas en estado de vulnerabilidad por 5 años, recursos que canaliza por medio de la fundación de la que es socia, Anima-Ars.
Montañismo
Después de la pérdida de familiares cercanos hace 6 años, encontró en las montañas un refugio para reconectarse con su interior y fue así, como un amigo la invitaría por primera vez a subir al Nevado de Toluca y de ahí no ha podido parar, existe una conexión muy íntima entre las montañas y ella.
Le preguntamos cuál es su opinión acerca del montañismo en México y nos cuenta que empieza a popularizarse y que, de tres años para acá, ha visto una cantidad mayor de visitantes al Nevado de Toluca y al Iztaccíhuatl, por lo que prefiere visitar a sus compañeras montañas entre semana.
También nos cuenta, con un poco de pesar, que las expediciones a las grandes montañas se han comercializado demasiado y que ahora, si bien no solo es cuestión de dinero, sí es más fácil subir estas cumbres. Y aunque considera que es una moda, piensa que se debe a un intento de la humanidad por acercarse a la tierra, a la naturaleza.
El Nevado de Toluca, ¿principio y fin?
Así como el Nevado de Toluca representó el principio de su gran relación con las montañas, casi representa el final de esta relación. María Paula sufrió un accidente en el cual cayó más de 300 m., accidente que la alejó de las montañas por 8 meses y no logró recuperarse completamente hasta un año y medio después, no sin antes pasar por decenas de puntos de sutura, dosis feroces de Tramadol, 100 sesiones de fisioterapia y el desgarre de un músculo.
Este accidente hizo que respetara y quisiera mucho más a las montañas que han significado el refugio ideal para María Paula.
De la montaña al mar
El buceo ha estado en su familia desde pequeña, su tía fue profesora de buceo en Cozumel y recuerda que su padre fue quien la indujera a esa disciplina al ponerle su primer visor, fue así como, la pequeña María Paula pudo ver por primera vez los peces de colores del Caribe mexicano.
María Paula ahora es una buzo certificada y fotógrafa submarina, nos cuenta que fue apasionante ser parte del documental de conservación marina Socorro Evolution en las Islas Revillagigedo del Pacífico mexicano.
Le preguntamos cómo fue su experiencia al nadar con tiburones, a lo que respondió con gran alegría; nos dijo que son unos animales curiosos y completamente inofensivos, que el prejuicio viene totalmente de las películas y que en ningún momento sintió temor de que la fueran a atacar.
Punto medio: el ciclismo urbano
Pero María Paula no solo está en la montaña y en el mar, también le gusta rodar. Nos cuenta que todo empezó cuando al no poder usar su auto, decidió tomar la bici para ir a la universidad y que de ahí en adelante trata de hacer todo lo que puede sobre dos ruedas.
Le preguntamos cómo ve la evolución de la Ciudad de México en términos de ciclismo urbano, con lo cual recuerda que ella empezó a rodar hace 15 años y que obviamente, ve que se ha avanzado en buena medida, que cada vez hay más carriles de bicicletas en avenidas importantes y mucha más gente que se atreve a dejar el auto en casa.
Por último, le pedimos algunos consejos para las personas que aún no se animan a moverse en bici, nos responde contundentemente que lo primero es dejar el miedo atrás, tener una comunicación súper positiva con los automovilistas, ir totalmente concentrado y, una de las cosas más importantes, usar casco, elementos reflejantes y luces.
Por el momento dejamos a María Paula descansar, pero nos promete que pronto compartirá más fotografías de sus andanzas por el mundo.