La Ciudad de México es una de las urbes más grandes del mundo y como tal, enfrenta grandes retos en materia ambiental. La escasez de agua potable, el tránsito de vehículos automotores, el transporte público y la generación de basura son 4 problemas que siempre han estado en la agenda de los candidatos y gobernantes del otrora DF, pero, ¿qué estamos haciendo para enfrentar esta crisis ambiental?
La gestión de los Residuos Sólidos Urbanos de la Ciudad de México ha experimentado fuertes cambios en los últimos años. Desde enterrarlos hasta la incineración.
Primero la presión acerca del cierre de la IV Etapa del Relleno Sanitario Bordo Poniente, con sus consecutivas prórrogas hasta su clausura definitiva en el 2011 y la subsecuente transición paulatina a una modalidad de exportación de los residuos a las entidades vecinas para ser depositados en rellenos sanitarios de municipios de Morelos y el Estado de México.
Los planes posteriores a la clausura de la IV Etapa del Relleno Sanitario Bordo Poniente, contemplaron el aprovechamiento del biogás que se genera como consecuencia de la descomposición de los residuos y generar electricidad. Proceso que sufrió retrasos y modificaciones en el proyecto original y se espera que para el 2019 empiece a generar electricidad prometiendo una potencia de 72 Megawatts y producción de 560 Gigawatts hora al año como una planta de cogeneración con gas natural. La empresa a cargo es Sistemas Eléctricos Metropolitanos.[1].
En fechas recientes se da el banderazo final para la generación de energía a partir de la incineración de los residuos sólidos urbanos.
Basura Cero
En el Programa de Gestión Integral de Residuos Sólidos 2016-2020 (PGIR) de la Ciudad de México[2] se introduce por primera vez el concepto “Basura Cero « término que abre la puerta a una inminente incorporación de la valorización energética de los residuos para suplir los débiles números de reciclaje y recuperación de materiales; y contrarrestar las tasas crecientes de generación de Residuos Sólidos Urbanos en la ciudad.
En el mundo existen movimientos y organizaciones Basura Cero que trabajan y proponen diversas alternativas alejadas completamente de la valorización energética (eufemismo de la incineración). Dichos movimientos reconocen que el reciclaje no es por sí solo la llave mágica para resolver los problemas generados por los residuos, pero rechazan fehacientemente la incorporación de incineradores como parte de las políticas públicas.
Existe un propósito superior: evitar la generación de los residuos, reparar, reutilizar, analizar conceptos de economía circular, ecodiseño, y consumo responsable entre otras cosas. Hace falta echar un vistazo al ejemplo del municipio de Hernani en el País Vasco; cuya lucha ciudadana en contra de la incineración de sus residuos, los obligó a crear una visión alternativa, inclusiva y responsable para fortalecer su lucha.[3]
Incinerar
Si bien el concepto de valorización energética ofrece la perfecta idea (en papel) de obtener energía a partir de los residuos; los impactos negativos a la salud de las poblaciones cercanas a la instalación representan riesgos latentes, mientras que su operación produce subproductos que posteriormente hay que gestionar, como por ejemplo las cenizas. Sin olvidar que el control de las emisiones a la atmósfera representa una actividad crucial.
Dado que la instalación y puesta en marcha de un incinerador requiere inversiones considerables y contratos de varias décadas obliga a las ciudades a mantener un flujo constante de residuos para su correcto funcionamiento y viabilidad. Al ser una actividad económica que busca generar beneficios y recuperar las inversiones; se pierde la vocación ambiental para aterrizar en una actividad llanamente económica que requiere “basura” como insumo.
Para garantizar un flujo estable y apropiado de materiales para su valorización; regularmente provoca que se descuiden actividades incipientes como programas de retorno, reparación, reutilización, eco diseño, economía circular, entre otras.
¿Qué tiene que ver la basura con la Reforma Energética?
En México el sector energético había estado bajo un estricto control gubernamental desde 1938. Sin embargo, debido a las modificaciones a la constitución bajo el marco de la Reforma Energética, ahora es posible que capital privado y extranjero realice inversiones y participación en el sector.
El gigante de servicios ambientales Veolia fue el ganador del llamado público del gobierno de la Ciudad de México para el diseño, construcción y operación de la primera instalación de valorización de residuos en Latinoamérica. Con un contrato de 30 años, y una capacidad de 1.6 millones de toneladas por año; el doble de tamaño que la planta de valorización energética de RSU ubicada en Francia.
Una vez en marcha, la planta se alimentará de una tercera parte de los residuos sólidos urbanos para generar alrededor de 965,000 MWh de electricidad anualmente, y será utilizado directamente en la operación del metro de la Ciudad de México.[4]
Tirar la toalla
El porcentaje de residuos sólidos recuperados para reciclaje no experimentó mejora significativa, de acuerdo al inventario de Residuos Sólidos de la Ciudad de México del año 2015, la recuperación en plantas de selección alcanzó un pobre 5%; la cantidad de residuos que se generan todos los días asciende a las casi 13,000 toneladas.
El mensaje que se percibe es claro; con una solución industrial se pretende resolver aparente y cómodamente el mundo de residuos que nuestra ciudad genera. Con la frase fantástica de “proyecto llave en mano”, le ofrece a la ciudad una comodidad aparente que borra de un manotazo la posibilidad de colocar a la Ciudad de México como una ciudad responsable con sus habitantes y su entorno, atacando frontalmente la forma en cómo consumimos y generamos residuos; para reinstalar una fuerte convicción de ser sostenible en el tiempo.
Referencias
[1]https://www.neb.website/revista/2017/3/index.html#page/22
[2] http://www.paot.org.mx/centro/programas_a/2016/GOCDMX_19_10_16.pdf?b=po
[3] https://www.neb.website/revista/14/#page/12
[4] https://waste-management-world.com/a/veolia-to-build-1-6m-tpa-waste-to-energy-plant-in-mexico-city