Contar la historia de Joaquín Guzmán Loera, mejor conocido como “El Chapo”, supongo, no es tarea sencilla. Hay mucho qué contar sobre el narcotraficante más conocido en México, y su historia aún no termina. Solo era cuestión de tiempo para que un productor decidiera contar la historia de un personaje tan complejo como él. Por esto, Netflix y Univisión se unieron para crear una serie sobre uno de los personajes que más nos intrigan. Pero, ¿cómo es el Chapo?, ¿cómo contar su historia?
Netflix y Univisión tuvieron el buen tino de contratar a José Manuel Cravioto y Ernesto Contreras para la realización de este proyecto.
El Chapo, nombre de la serie, tiene muchos aciertos, uno de los más destacados, es contar con un lenguaje cinematográfico que marca una gran diferencia y guarda una necesaria distancia ante la gran cantidad de narconovelas que existen en la pantalla chica, y ante la lamentable serie Ingobernable, también original de Netflix.
Otra, es su selección de casting: Humberto Busto como Don Sol, el típíco político mexicano con ambición de poder y de ética dudosa. Dolores Heredia con un pequeño pero importante papel dentro de la historia y un desconocido Marco de la O como “El Chapo” que tiene la fuerza y la capacidad de dar con el tono en la creación de un personaje multifacético como lo es el narcotraficante.
El Chapo nos cuenta la historia de Joaquín Guzmán desde la década de los 80 hasta su extradición a los Estados Unidos en enero de 2017. Desde luego, nos hace mirar una historia que parece conocida; el ascenso del paupérrimo campesino que llega a ser el hombre más poderoso y temido en la historia del narcotráfico nacional.
Al mismo tiempo, la serie no solo hace un recorrido y esquema de las organizaciones del narcotráfico en México, sino que también atraviesa por los acontecimientos que marcaron la historia del México que hoy conocemos:
La balacera en una discoteca en Vallarta, el asesinato del cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo en el aeropuerto de Guadalajara, son algunos de los acontecimientos que cuenta la historia del narcotráfico y la política de nuestro país.
El Chapo es también la radiografía del México contemporáneo que durante años ha ido creando y moldeando un estilo de hacer política, de negociar con los capos, y hacer del país un semillero de narcotraficantes y narcopolíticos que conviven entre sí en el día a día.
Sin duda, la serie es un riesgo creativo que mira con licencia, que permite la ficción de encontrarnos con un México que no nos es ajeno ni extraño.
El pasado 16 de junio se estrenó en Netflix la primer temporada de las tres, que durará la serie.
Pd. Desayunemos, comamos y cenemos, cine.