“No sé si la historia que quiero contarles es completamente cierta, una parte de ella la conozco sólo por testimonios. Después de tantos años, mucho permanece desconocido y muchas preguntas siguen sin responderse pero creo que debo contarles los extraños eventos que ocurrieron en nuestro pueblo, tal vez, podrían aclarar algunas cosas que sucedieron en este país.”
“Todo comenzó con el accidente a caballo del doctor.”
Así comienza la película El listón blanco, y también da inicio la atribulada y reflexiva narración de un profesor, quien siendo muy joven, dio clases en un pequeño pueblo alemán donde acontecieron varios crímenes violentos que nunca fueron resueltos.
Pero no se confunda querido lector, esta no es una simple película de crimen y misterio y un primer detalle que nos hace darnos cuenta que estamos ante un thriller peculiar es que todo sucede entre 1913 y 1914, justo antes de que inicie la primera guerra mundial, además la voz del narrador nos acompaña por toda la trama siendo también un actor de la red que se va tejiendo sobre estos acontecimientos. El tratamiento de la historia, la narración del profesor (desapasionada pero con un toque de extrañeza y de consternación) así como el desarrollo de los hechos nos obliga a pensar en este film más como en una historia de fantasmas (aunque sin fantasmas en realidad) que en una historia policiaca (aunque también lo es).
Dirigida y escrita por Michael Haneke, El listón blanco es una historia de misterio en donde se nos obliga a participar como investigadores, espías y vouyeristas de la privacidad, donde se nos dan a conocer pequeñas pistas de lo que está pasando, miradas, murmullos entre puertas cerradas, silencios inesperados y pláticas que escuchamos ya iniciadas y que oímos por mera casualidad. No somos para esta historia otra cosa que alguien que intenta ver a través de la cerradura de una puerta.
Lo que si nos quedará claro, y eso se lo puedo asegurar, es que al terminar de ver esta historia tendrá usted la sensación de que algo no andaba bien en ese pueblo, una entidad intangible estaba presente, y ni siquiera se puede asociar a alguna persona en específico ya que realmente no se identifican culpables, es algo siniestro que se activa con el primer “accidente” y crece a lo largo de toda la película, haciéndose más y más fuerte pero siempre de manera silenciosa, reptando en la oscuridad y en realidad alimentado por ese mismo silencio. No se ve pero al final se impregna en el pueblo mismo.
El listón blanco es también una reflexión sobre la educación de las generaciones jóvenes ya que es cierto que el futuro de la humanidad radica en su juventud y esta es la mejor pista que puedo darles para entender el verdadero objetivo de Michael Haneke con esta obra.
Entérate más:
Michael Haneke es un director que siempre ha gustado de crear obras con historias muy sólidas pero francamente perturbadoras, debo decir que sus películas no son para todo público ni para ciertos estados de ánimo, sin embargo, El listón blanco resulta ser su película más tranquila y comercial pero no por ello pierde esa sensación que ha logrado imprimir en su filmografía, un estilo perfecto para una historia de misterio en este caso.
Michael Haneke ha dirigido también las películas Amour y La pianista ambas con gran reconocimiento internacional.
La película El listón blanco es una producción de Les films du losange en colaboración con France 3 cinema/France 3 Canal, ganadora del Globo de Oro como mejor película extranjera y nominada al Oscar también como mejor película extranjera y por mejor fotografía fotografía en el año 2009.
La puedes ver en la plataforma Filmlatino.