De unos años a la fecha México empezó a sufrir una peligrosa enfermedad llamada “Festivalitis” que consiste en la creación excesiva de festivales. Estos pueden ser desarrollados desde el sector público o privado. Sin embargo, su mayor problema es la poca consistencia y estabilidad que generan en el sector artístico.
Si bien, los festivales son eventos de gran importancia para una localidad, región o país, la saturación de estos puede provocar una desestabilidad en el sector artístico y cultural.
¿A qué se debe?, en mi opinión el primer motivo es la era global y de proximidad en la que vivimos. Ahora es más sencillo conocer las nuevas bandas o compañías que se forman en otros países y por lo tanto generar nuevos públicos deseosos de pagar para verlos.
El segundo motivo es que los organizadores se han percatado de los beneficios que puede generar un evento de esta naturaleza, por ejemplo políticos (para el sector público) y económicos (para el sector privado), como mayor competencia, y por lo tanto nuevas estrategias, oportunas o todo lo contrario.
Un festival juega muchos roles dentro del sector donde se realiza, pues es un catalizador de nuevas audiencias, difusión artística y generador directo e indirecto de empleos, también puede cambiar la visión de una zona, crear una temporada vacacional, pero sobre todo es un escaparate para mostrar la diversidad artística y cultural global.
Lo anterior me sirve como marco para hablar de dos festivales que hace poco tiempo tuvieron lugar y que dan ejemplo tanto de las buenas como las malas prácticas.
De las malas
Dentro de las malas se encuentra el Vive Latino, cuyo nombre completo es Festival Iberoamericano de Cultura Musical Vive Latino, es sin lugar a dudas, uno de los festivales de rock más importantes en México y Latinoamérica. Se celebra cada año en la Ciudad de México desde su primera edición que fue en 1998 (los dos únicos años en los que no tuvo lugar fueron 1999 y 2002).
El festival surge en un momento en que el rock en español no tenía mucha difusión por parte de los medios de comunicación, sin embargo la cantidad de bandas estaba en aumento. Es ahí cuando nace la idea de crear un evento cuyas banderas fueran el rock y la identidad latinoamericana.
A lo largo de los años hemos podido observar cómo ha ido creciendo el festival en gran cantidad de bandas y sus nacionalidades, horas, días, escenarios de presentación y actividades en general.
Esto provocó que en algún momento la brújula y la esencia se perdieran, ya que en los últimos años se ha visto una programación enfocada al incremento monetario. Lo que explica el hecho de que en la última y misma edición tuvieron cabida grupos como Bronco (grupero), Moonspell (dark metal) y Hombres G (pop rock).
Aunque es cierto que la industria trata de mantener una línea en cuanto a bandas mexicanas de rock, es evidente el interés que tiene por elevar las finanzas a costa de una programación tan diversa.
De las buenas
Por otro lado, encontramos festivales que con el tiempo han crecido de manera favorable y han ido delineando un discurso más específico. Hablo del Festival Eurojazz, único en su tipo en América Latina.
El Eurojazz en su edición 2017 cumplió 20 años y se ha caracterizado por presentar lo mejor de la escena jazzística europea en México. Nació en 1997 por una iniciativa de la Delegación de la Unión Europea, y tuvo la fortuna de contar con el apoyo del Centro Nacional de las Artes y el antiguo Consejo Nacional para la Cultura y las Artes.
Las primeras ediciones se realizaban en la Plaza de las Artes, al sur de la CDMX, espacio abierto con no más de 1500 personas y gracias al esfuerzo de los países miembros de la Unión Europea y la actual Secretaría de Cultura, el festival creció de tal manera que durante los últimos años ha recibido cerca de 100 mil espectadores como total de los tres fines de semana en que se ha llevado a cabo.
Los motivos de que este evento se haya convertido en un imperdible del mes de marzo son:
- Identidad claramente definida, me refiero a que su línea de programación es el jazz europeo y aunque puede parecer limitada, presenta diversas formas de ser concebido,
- Varias de las agrupaciones que se presentan son poco conocidas, entonces cumple con otra de las bases de producción que establece; que sea un escaparate para generar nuevas audiencias en donde se aprecien recientes propuestas,
- De esta manera las agrupaciones aprovechan para traer sus discos que no se encuentran a la venta comercial en México,
- Cumple una función fundamental en el desarrollo de la cultura, ya que genera un movimiento artístico global, además de hacer crecer la escena local, y
- La entrada al festival es gratuita, es decir, está abierto a todo el público.
Los festivales son eventos que deberían ser creados para cubrir alguna demanda artística, que por más pequeña que sea pueda llegar a ser de suma importancia para su crecimiento.
Por último, es importante señalar que los festivales de música deben generar un diálogo con su entorno, así como estimular la economía y el conocimiento de la música que se presenta.