La Semana Santa. Esa época del año que todos conocemos más como las vacaciones de Semana Santa, es el segundo periodo oficial que los mexicanos más usamos para salir de viaje y desconectarnos del trabajo, después del receso de verano, seguido de las fiestas decembrinas según la Encuesta Nacional de Gasto Turístico en los Hogares [i] . La mayoría de las personas encuestadas en este estudio (38%) coincidieron que el motivo principal de viajar en esta época del año era vacacionar o descansar, una clara actividad relacionada con la “desconexión” de la vida laboral aunque sea por un momento, o al menos esa es la teoría.
La misma encuesta nos dice que tan solo el 30% de la población tiene planes para viajar durante esa época del año, el resto se queda por razones económicas en su lugar de residencia. Aunque por ley, los mexicanos solo tenemos derecho a 6 días de vacaciones al año, más los 7 días feriados oficiales, existen dos principales calendarios que rigen los planes que los mexicanos hacemos para poder relajarnos con un viaje o disfrutar de la ciudad vacía durante estos periodos. Estos son: el calendario escolar, que le podemos llamar oficial, y el calendario litúrgico, el cual es nada más y nada menos que el calendario que establece las actividades religiosas de la Iglesia Católica.
Así es, aunque sabemos que vivimos en un país laico, todos también sabemos que México es el segundo país con más católicos en el mundo, el 85% de nuestra población pertenece a esta religión, lo que significa 111 millones de personas, según conteos de la misma Iglesia Católica [ii], aunque si me lo preguntan este número esta truqueado, ya que para llegar a esta cifra cuentan todos los bebés nacidos de madres católicas que son bautizados, por lo que prácticamente cada nacimiento va para el conteo, lo cual es como decir que el Real Madrid contabiliza a sus hinchas por cada camiseta que vende.
Regresando a nuestro tema, a pesar de que se supone que el Estado y la Iglesia están separados desde 1857, el 5 de Diciembre de 1930, bajo el mandato del presidente postrevolucionario miembro del club del Maximato, Pascual Ortiz Rubio, se publica en el Diario Oficial de la Federación, el calendario oficial que incluirá a la Semana Santa como periodo vacacional para todos los trabajadores del Estado y obvio, de las escuelas públicas. Por lo que para entender correctamente el significado de la Semana Santa más allá del periodo de asueto que conlleva y la derrama económica que representa para el turismo nacional, inevitablemente debemos de hablar de su connotación religiosa.
La Semana Santa es la festividad más importante de toda la fe cristiana, no solo para la católica, sino para toda religión que tenga a Cristo como parte central de su culto. Esta festividad busca rememorar lo sucedido en los últimos días de vida de Jesucristo durante su evangelio, empezando con el ya conocido Domingo de Ramos y finalizando con el Domingo de Resurrección, pasando por los famosos Jueves y Viernes Santos, y el tan extrañado Sábado de Gloria. Esta sucesión de días es fijada en el Concilio de Nicea I (en el año 325) en donde la recién fundada Iglesia Católica discutía cuales serían las bases de esta nueva religión y de como se podría hacer la transición de las creencias romanas paganas y otras que se adhirieron, lo menos doloroso y complicado para los nuevos fieles convertidos por fuerza y conveniencia a esta nueva fe. Ahí se acordó que el día de la resurrección de Cristo siempre debería de llevarse a cabo en Domingo, y que esta nunca debería de coincidir con la Pascua Judía, aunque 200 años después la norma fue actualizada a que la Semana Santa debería de ser calculada con base en el equinoccio de primavera, y el Domingo de Resurrección debería ser celebrado siempre el primer domingo posterior a la primer luna llena después del equinoccio. Razón por la cual la Semana Santa siempre varía de fecha año con año.
Es de notar que la fecha de la Pascua Judía a la que el Concilio de Nicea hacía referencia es la fecha en la que el pueblo judío recuerda su liberación de la esclavitud en Egipto, misma fecha que según la Ley Mosaica que los judíos seguían en tiempos de Cristo, estaba siendo observada por Jesús y sus apóstoles en la famosa última cena como obediencia al mandato de su Dios. Esta fecha a diferencia del nacimiento de Jesús está registrada en la Biblia y se fija en el calendario judío como el 14 de Nisán. [iv]
Si hacemos el cálculo, comenzamos considerando que el calendario judío es lunar, a diferencia del calendario gregoriano que nos rige que es solar, por lo que los días no comienzan a las 12:00 a.m. como nosotros estamos acostumbrados, si no a la puesta del sol, aproximadamente alrededor de las 6:00 o 7:00 p.m. según nuestro horario. Como mencionamos que el calendario judío es lunar, los meses tienen 28 días, que son los días que tarda la luna en pasar por todas sus fases y dar la vuelta a la tierra con respecto al sol. Por lo que el 1 de Nisán empieza forzosamente en la primera Luna Nueva (28 de marzo) más cercana al equinoccio de primavera (21 de Marzo) y de ahí se cuentan 14 días naturales, lo que en este año 2019, nos lleva a la fecha martes 16 de Abril, considerando que en un solo día según los evangelios, Jesucristo fue encarcelado, enjuiciado y ejecutado, si contamos dos días tomando en cuenta que al tercer día, según los relatos, Cristo resucito, el Domingo de Resurrección debió de haberse celebrado hoy jueves 18 de Abril.[v]
En México, en cada estado o comunidad los ritos para conmemorar la Semana Santa son diferentes, pero destaca uno en particular, la Procesión del Silencio en San Luis Potosi,[vi] en donde hombres encapuchados con capirotes (capuchas puntiagudas) llevan por las calles de la ciudad en señal de duelo y fervor, reliquias o imágenes religiosas, similar a lo que en España la cofradía de los Nazarenos realiza año con año, costumbre con orígenes en la Santa Inquisición, en donde a muchos de los penitenciados se les imponía el uso de una prenda de tela que cubría el pecho y la espalda, además de un capirote que debían llevar colocado encima de la cabeza, en señal de la penitencia que les había sido impuesta con dolor y en su mayoría injustamente. [vii]
Estos ejemplos nos demuestran las múltiples mezcolanzas e inexactitudes que tienen las tradiciones católicas alrededor del mundo. Pero como es bien sabido, las tradiciones no necesitan ser exactas para ser celebradas.
Regresando al tema de los días santos como vacaciones. México se encuentra entre los últimos lugares del estudio hecho por la compañía turística Expedia en el 2016, que mide la cantidad de vacaciones y días de descanso que diferentes países tienen y los relaciona con el sentimiento de bienestar basado en la relación vida familiar / trabajo que es tan importante para las empresas y gobiernos hoy en día. Este lugar se basa en la frustración que sienten las personas con relación a su capacidad para poder tomar sus días por derecho y realmente utilizarlos para descansar[viii]. Es curioso ver la diferencia que hay con otros países que tienen periodos de descanso más largos, como Finlandia, España o Francia que tienen un promedio de 22 días de vacaciones por ley, más 8 días feriados, los cuales en esos tres países están relacionados con días religiosos. En México, la falta de días de vacaciones se compensan por todos aquellos días que aunque no son oficiales, por tradición se otorgan como libres, como el Día de reyes, el Día de muertos, el jueves y viernes santos, 12 de diciembre, etc.
La pregunta sería entonces, ¿por qué estamos insatisfechos? Si México es mayormente católico, y todo el calendario está hecho para tener los días libres en fechas religiosas, si los días están hechos para coincidir con las fiestas y feliz es el que tiene conciencia de su necesidad espiritual según el propio Jesucristo ¿por qué parece ser que no sabemos disfrutar de la vida buena? Esa vida que logra un equilibrio entre lo que necesitamos y lo que queremos. ¿Por qué si tenemos una buena cantidad de días libres en el año seguimos teniendo tan bajos índices de felicidad, satisfacción y productividad?
Sé que México tiene problemas más importantes que la cuestión de los días libres y las vacaciones. Pero si nos detenemos a pensar por un segundo el trasfondo de las cosas, podemos ver patrones de conducta en todos nuestros actos como sociedad. ¿Por qué seguimos teniendo como puntos de referencia las fiestas religiosas si cada año que pasa son menos los que se declaran activamente católicos según las estadísticas? ¿Por qué si sabemos que la mayoría de las fiestas religiosas están basadas en interpretaciones o mentiras, aún así, las seguimos considerando? ¿Entendemos realmente el origen y el significado de cada una de las tradiciones que observamos?
Y peor aún, si todo el tiempo nos engañan, ¿por qué seguimos confiando?
¿Ustedes qué opinan?
Referencias
[i] http://www.datatur.sectur.gob.mx/Documentos%20Publicaciones/ENGATURH_2013.pdf
[ii] https://www.aciprensa.com/noticias/estos-son-los-10-paises-con-mas-catolicos-en-el-mundo-28753/
[iv] Éxodo 12:6
[v] https://www.calendario-365.es/calendario-lunar/2017/abril.html
[vi] http://blog.bestday.com.mx/lugares-fervorosos-de-mexico-para-semana-santa/
[vii] http://www.erroreshistoricos.com/curiosidades-historicas/origen/678-el-origen-del-capirote-o-capuchon.html
[viii] http://eleconomista.com.mx/internacional/2016/12/12/cuales-son-paises-mas-vacaciones-mundo
Jorge es un entusiasta de la tecnología, el cine, la música, la historia y todo lo que sea consecuencia de la expresión del espíritu humano y de los esfuerzos por entender esa complicada naturaleza. Chacho para los amigos, Jorge busca poder lograr sus objetivos de ser un buen padre, ejemplo y amigo, mientras escribe, vive y supera sus numerosos obstáculos.