No quería escribir este texto sin antes haber visto a Luis Miguel en vivo. Fue justo el pasado 25 de abril, que tuve la oportunidad de ir a uno de sus conciertos en el Auditorio Nacional. La cita era a las 8:30 P.M., pero no fue hasta las 9:15 P.M. que el cantante salió al escenario y con esto, se disiparon todas las dudas e incertidumbre que generaba el “retraso” en su salida. El conocido como “El Sol”, deleitó al público que abarrotó el coloso de Reforma con más de dos horas y media de espectáculo.
El Sol no necesita demasiados apoyos visuales, su escenografía es más bien sobria y la banda de músicos no suma más de 20 (incluyendo coristas), eso sí, son músicos de gran calidad y experimentados, tal vez con los mismos años de experiencia que el intérprete -el cantante lanzó su primer disco en 1982, cuando tenía 12 años-.
Impecable en su vestimenta y apariencia, parece haber dejado atrás los problemas de sobrepeso y auditivos que provocaron que recibiera fuertes críticas en años pasados e incluso demandas por incumplimiento de contratos y cancelación de presentaciones.
Después de grandes cantautores, intérpretes y compositores que ha dado el país a lo largo de la historia, dentro de los cuales podemos mencionar a Pedro Infante, José Alfredo Jiménez, Armando Manzanero, José José, Juan Gabriel, Vicente Fernández, Alejandro Fernández, Cristian Castro, como algunos de los más representativos, Luis Miguel ocupa un lugar privilegiado en el concierto musical mexicano.
A El Sol le debemos haber revivido los boleros en la década de los 90s con su serie de discos dedicados a este género musical, que tiene su origen en Cuba. En México, los boleros tuvieron un gran desarrollo a partir de los años 40s y 50s -gracias, en parte, a la Época de Oro del Cine Mexicano-, derivando en el bolero ranchero, a finales de los 60s y principios de los 70s del siglo pasado. El bolero empieza a entrar en desuso a finales de los 70s para ser, de alguna manera, sustituido por la balada.
La renovación de este género a partir de los discos de Luis Miguel, ha provocado que sus fanáticos vayan desde sus contemporáneos (personas de 45-55 años o más) hasta los millenials.
El desarrollo de la tecnología permite en la actualidad escuchar una gran variedad de música gracias a plataformas como Spotify, Apple Music, YouTube, etc. Y es por medio de estas plataformas que podemos acceder a todo el catálogo de canciones interpretadas por el intérprete de “Por debajo de la mesa” y “No sé tú”, obras que fueron escritas para él, pero también, podemos constatar y comparar sus interpretaciones de otros éxitos como “Por tu maldito amor”, éxito de Vicente Fernández, que en la voz de Luis Miguel suena diferente, pero bien.
Y así como en “Por tu maldito amor”, Luis Miguel se ha atrevido a interpretar canciones que han hecho éxito otros grandes cantantes y las ha hecho suyas. El cantante conoce bien su nicho de mercado, lo explota y lo lleva a niveles de alta calidad.
Su calidad vocal le permite seguir cantando canciones que hizo éxito hace 30 años, alternar con canciones de mariachi, tocar acompañado solo por un piano y cerrar otra vez con su banda interpretando sus éxitos de siempre del género pop. Tan bien conoce la industria, que dentro de su repertorio tiene canciones para dos de las más grandes fiestas que se celebran en México: la Independencia (México en la Piel) y la Navidad (Navidades Luis Miguel). Aunque no queramos, se le escucha en esas épocas.
Pero no todo ha sido éxito para el cantante nacido en Puerto Rico, de madre italiana y padre español, sus críticos lo han señalado por siempre pisar lugares comunes, por cantar lo mismo, por su hermetismo y lejanía con su público.
Y sí, como todo profesional, el cantante, que eligió a México como su país adoptivo, ha tenido sus altibajos y crisis, tiene dos o tres discos que pasan desapercibidos, escándalos más propios de la prensa del corazón que de su carrera profesional, pero también problemas médicos y legales. A pesar de todo esto, el cantante mexicano ha sabido salir de esos problemas y seguir vigente. Así lo demuestra la gira que lleva a cabo en estos momentos por México y el disco con el cual, “pide perdón” a su público mexicano por su anterior gira fallida.
Sin duda Luis Miguel es sinónimo de éxito, ahí están todos los premios nacionales e internacionales que ha recibido a lo largo de su carrera (incluyendo Grammys Latinos, Grammys y Billboards, por citar los más importantes), así como los récords de presentaciones que ha impuesto (por ejemplo, 30 presentaciones consecutivas en el Auditorio Nacional en 2006 y el lleno en el Estadio Azteca en 2002) y por último, el hecho de que Netflix lo haya elegido para hacer una serie sobre su vida.
En la larga lista de cantantes en español, no hay uno que represente tanto como lo hace Gallego Basteri y no lo habrá, porque él, es el último de los grandes.
¡El Sol vuelve a brillar con luz propia!
