Por Alain Castruita
Publicado originalmente en la revista NEB
La tierra vista desde el cielo
“La terre vue du ciel” o la tierra vista desde el cielo, canción del álbum homónimo de Armand Amar que evoca majestuosas imágenes de una naturaleza viva en constante movimiento. Con los acordes deletrea esa fuerza vital tan simétrica e imponente. Describe la majestuosidad de nuestro planeta.
Suena intensa y fuerte la sinfonía de Armand Amar, que incluso ahora resulta ser tan potente, apropiada y vigente aún después de 14 años después de aparecer en el documental que lleva el mismo nombre. Amar transforma en notas musicales ese dolor de ver cómo lo destruimos todo.
El piano decide marcar el rumbo. Las cuerdas acompañan con un canto nostálgico, que con cadencia te envuelve como protegiéndolo todo, casi triste antes del arrebato.
El tempo se acelera y aparece una voz femenina que agoniza, en plena persecución y en medio del caos que hemos creado en ti, se manifiesta la destrucción, la degradación. Y ahí estamos nosotros, igual tanto partícipes como víctimas junto con los demás.
La vorágine de la destrucción
En trance se inicia la huida. La vorágine de la destrucción de esos paisajes ideales, tan tuyos que nos has regalado y que nosotros los humanos tan diminutos ahí abajo, insolentes y orgullosos nos encargamos de descomponerlos uno tras otro.
Inicia la urgencia y el dolor, la prisa por evitar el triste final que te acompaña en la agonía que te tiene postrada, mientras que aún te defiendes de la perdición causada por el egoísta ser humano.
El coro inicia con desesperación. Se esfuma la miopía, se desgarra el velo, y así la realidad se torna clara y cuyas intensas imágenes son imposibles de ignorar. La codicia es una catarata que impide ver lo que tenemos frente a nosotros. Son cuadros de pérdida y destrucción enmarcados en altivez.
De pronto se convierte en la melodía del fin del mundo como lo conocemos. “La Terre vue du ciel” cada vez más lejana, ajena y despojada de su esencia a manos humanas.
Al final, suaves y casi románticos los acordes nos regresan a un estado de paz que da la cordura y el sosiego. La naturaleza es bella aunque la hayamos dejado de mirar por ser presas del concreto. Nuestra libertad es lo único que nos queda; en nuestros sueños y en nuestra mente. En ella debemos encontrar la razón para detener la barbarie. Mirar hacia arriba y reconocer que somos una partícula diminuta y parte de algo fantásticamente mayor.
¿Por qué tardamos en admitir que la urgencia es lo único que nos queda? Nuestro planeta agoniza. Unos sufren, otros mueren. Mientras tanto, la vista desde el cielo es apocalíptica. Menos bella, menos variada, menos rica. Más perforada y totalmente estéril. Así, maltrecha te miramos desde lo alto.
Das un respiro en medio del caos y con dulzura susurras: Detente….
El violín abraza con los acordes de la redención y del perdón.
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La Terre vue du ciel
Armand Amar
Album 2004
spotify
La Terre vue du ciel
Dirigida por Renaud Delourme basada en las fotografías fijas de Yann Arthus-Bertrand Documental 1h 7min
22 September 2004
Francia