Solo pasaron 14 días para que el nuevo gobierno de México mostrara su verdadera cara. La presentación del proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación para el año 2019 el sábado pasado, muestra sin ningún equívoco las prioridades del gobierno encabezado por López Obrador. En este documento, queda claro que su prioridad no es la educación superior, la ciencia, la tecnología o la innovación.
Si algo funciona aceptablemente bien en México, son las grandes instituciones de educación superior y los centros de investigación e innovación que año tras año luchan por un mayor presupuesto para seguir desarrollando sus labores, todas ellas esenciales para el desarrollo del país.
Con el nuevo gobierno, se pensaba que la situación, si bien no iba a mejorar, al menos iba a mantenerse, tal como se le había solicitado al entonces presidente electo por parte de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES).
En una reunión celebrada en agosto pasado entre López Obrador y la ANUIES, se pidió mayor presupuesto para ampliar las tareas de las casas de estudio públicas agrupadas en esa asociación y se llegó al acuerdo de que al menos se mantendrían los presupuestos de 2018 -actualizados por inflación-, acuerdo, que a todas luces, no parece que vaya a ser cumplido.
Los recortes son sustanciales para las principales universidades del país y centros de investigación, tanto que ya han empezado a manifestarse por medio de comunicados o directamente los rectores han tomado los micrófonos para pedir al poder legislativo que enmende la plana al poder ejecutivo. Sin embargo, la mayoría de MORENA en la Cámara de Diputados y en la Cámara de Senadores provocará que el presupuesto sea aprobado sin mayor discusión, por orden del presidente.
Los principales recortes, con respecto al presupuesto de 2018, los sufren las siguientes instituciones [1]:
- Universidad Autónoma Metropolitana -7.7 por ciento-,
- Universidad Pedagógica Nacional -6.6 por ciento-,
- Universidad Nacional Autónoma de México -6.3 por ciento-,
- Instituto Politécnico Nacional -4.7 por ciento-, y
- Universidad Autónoma de Chapingo -3.3 por ciento-.
En comparecencia en la Cámara de Diputados, el secretario de Hacienda Carlos Urzúa, justificó los recortes diciendo que había recursos que no necesariamente se dedicaban a la investigación o las labores de docencia, sino a gasto corriente. Parece ignorar el secretario Urzúa cómo funcionan las universidades y que aparte de cumplir las labores de investigación y docencia, son difusoras de la ciencia y la cultura.
El gobierno entrante pide que las universidades se aprieten el cinturón, pero olvida que hay sectores que lejos de recortarles hay que invertir en mayor medida. Si el gobierno no confía en cómo las universidades ejercen los presupuestos, que se destinen entonces recursos a la vigilancia de éstos o que se recorten recursos a las universidades que estuvieron implicadas en la Estafa Maestra.
En 18 días de la nueva administración ha quedado de manifiesto que era más fácil para ellos ser oposición a gobernar. Por desgracia para el país, el nuevo gobierno ha llegado a aprender, frase que hiciera célebre el excanciller Luis Videgaray y que ha sido el signo de este nuevo gobierno.
Referencias
[1] Con información de la página de la secretaría de Hacienda: https://www.ppef.hacienda.gob.mx/swb/PPEF/estructuras_programaticas-2019, consultada el 18 de diciembre de 2018.
