“Fear is the path to the dark side. Fear leads to anger. Anger leads to hate. Hate leads to suffering.” Yoda, Star Wars Episode I
Amistad.-Según Ambrose Bierce, “barco lo bastante grande como para llevar a dos con buen tiempo, pero a uno solo en caso de tormenta”(Vid. Diccionario del diablo). (Sotelo, 2017)
“Se necesitan 1.5 planetas como el nuestro para sobrevivir” (Informe Planeta Vivo 2014)[1]
Recientemente, es decir, desde hace unos cientos de años, la humanidad ha desarrollado un odio hacia los migrantes, fenómeno actual y especialmente impulsado por la política social del Presidente Norteamericano Donald Trump, cosa que ha puesto a México entre la espada y la pared; caudales de refugiados centroamericanos que buscan llegar a tierras norteamericanas con el objetivo de obtener empleo y una forma de vida distintos, han provocado amenazas sobre sanciones económicas por parte del vecino del norte a México. Ese odio tiene un fundamento Darwiniano que explicaremos a continuación.
El origen de nuestra especie se dio a través de un camino muy peculiar y lleno de contradicciones. El Homo Sapiens, puede ser al mismo tiempo egoísta pero colaborativo, intentará manipular a los miembros de su comunidad mediante el uso del lenguaje, y al mismo tiempo buscará instintivamente tomar las mejores decisiones que lleven a su tribu a la supervivencia, y la prevalencia de su especie, y su genética. Puede al mismo tiempo sufrir el horror del asesinato, pero deleitarse frente a la presa muerta que se cocinará en la fogata.
Charles Darwin nos puede ofrecer una respuesta hacia dicha naturaleza de conductas contrapuestas en el ser humano. Para ello, debemos viajar tiempo en el futuro desde que Darwin escribió “El origen de las especies y la selección natural”. Existen ramas del conocimiento que devinieron de aquella Teoría Evolucionista de Darwin: las Ciencias Evolucionarias; existe la Teoría Evolucionaria de los Juegos[2], por ejemplo, que se encarga de los resultados estadísticos de las relaciones sociales; la Psicología Evolucionaria, misma que busca comprender las causas biológicas y evolutivas de la conducta del hombre moderno. Existen muchas otras disciplinas más que se han fusionado con la Teoría Evolucionista, como es el caso de la Estética y el estudio del Arte. De lo anterior, podemos pensar que la Psicología Evolucionaria puede brindar una explicación lo suficientemente lógica en torno al horror que la idea de la migración puede suscitar en algunas personas.
Intentar comprender el origen histórico del odio hacia la migración, no es una tarea fácil, existen muchos caminos. Afortunadamente, la idea que conlleva la famosa sentencia “todos los caminos llevan a Roma”es absolutamente cierta, ya que el origen del pensamiento del hombre, junto con sus sentimientos, está en el origen del hombre mismo. El inicio histórico del odio a la migración, inicia con los albores de nuestra especie, hace unos 60 mil años, con lo que se conoció como la “explosión cultural” (Mithen, 1999)
La explosión cultural que sucedió hace unos 60,000 años, durante el Pleistoceno tardío, consistió en varias razones primordiales de ajuste biológico, mental, social geográfico y cultural por parte del ser humano primitivo, por ejemplo, la consolidación de una mente con diversas capacidades, técnicas y de tipo social, que propició el nacimiento del lenguaje y la conceptualización simbólica (religión).
El lenguaje no surgió como mero capricho de la evolución del cerebro del homínido, sino que atendió a la necesidad de comunicar información importante al resto de la tribu que crecía en número de miembros, además de ser herramienta fundamental durante el entrenamiento de los infantes que adquirirían miles de años de experiencia ahora condensados en forma de código de comunicación. La creciente demografía requirió formas complejas y simbólicas de organización social, junto a dicha explosión cultural surgió también la capacidad de imaginar y ponerse “en el lugar de otro”, mitos, especulaciones y miedos acompañaron el nacimiento de todo lo que he mencionado.
El descubrimiento de la agricultura permitió al hombre primitivo adquirir conocimientos sobre los recursos de la tierra y los ciclos naturales, mismos conocimientos que al ser inter operados por la imaginación en alguna de áreas especializadas de la mente, permitieron al hombre imaginar que los recursos se pueden terminar.
A partir de la Revolución Industrial el mundo adquirió una aceleración que condensó los recursos de toda índole. El capitalismo inició su voraz camino a través de la historia y el día de hoy, en el que las reglas del mercado rigen las reglas del espíritu humano, incluyendo el de la amistad, y hemos desarrollado un mundo en el que las formas de consumo de vida por parte del ser humano son innegablemente insostenibles. Rezaba al inicio del artículo que se necesitan 1.5 planetas para mantener el modo de consumo de los recursos por parte del ser humano, si es que es el rumbo que decidimos tomar.
Por lo anterior, no resulta ilógico pensar que el hombre primitivo no nos ha abandonado junto a su instinto del pasado, y que la llegada de nuevas tribus representa una amenaza contra los recursos de propia comunidad, que se ha conformado de forma histórica e inconsciente de acuerdo a las leyes de la Selección Natural, Sexual y Cultural.
Existen muchas otras formas de recursos que se pueden vulnerar, y uno de ellos es un elemento de la vida, constituyente del ser social, y que consiste en la cultura, transformada en un producto tangible con un costo definido por el mercado. Ante la invasión multidireccional que la cultura global significó a partir de la masificación de los medios de comunicación[3], posiblemente algunas tribus encuentren que, el cambio radical de cosmovisión y de convivencia social, pudiera afectar a la permanencia de su grupo, su especie y su identidad, traduciéndose en un sentimiento de profunda incertidumbre que, con la capacidad imaginativa del Homo sapiens, frente a la amenaza de su propia extinción, podría encontrar un camino hacia el odio.
[1]Nota del diario El Mundo (España): https://www.elmundo.es/ciencia/2014/09/30/542a5136e2704e34068b456d.html, consultada el 17 de julio de 2019.
[2]Teoría evolutiva de juegos. (2018, 2 de abril). Wikipedia, La enciclopedia libre.desde https://es.wikipedia.org/w/index.php?title=Teor%C3%ADa_evolutiva_de_juegos&oldid=106668756. consultada el 17 de julio de 2019.
[3]Entiéndase por la invención de la fotografía, el cine, la radio, la televisión y finalmente el internet.
Mithen, S. (1999). The Prehistory of the Mind.London: Thames and Hudson.
Sotelo, F. H. (2017). Diccionario Edificante y Vulgar.Puebla: Independiente.
Licenciado en Ciencias de la Comunicación. Nace en Puebla, México, en 1982. A los 22 años ingresa a la Sociedad General de Escritores de México (SOGEM) como participante de los talleres literarios, estudiando bajo la instrucción de escritores reconocidos como Beatriz Meyer, Mónica Lavín y Gerardo de la Torre; Desde 2004 realizado 24 cortometrajes y documentales de manera independiente. Escritor de dos obras de teatro, una de ellas puesta en escena en 2006 para la realización de las festividades por la fundación de su ciudad de origen. De 2011 a 2013 opera el curso de producción cinematográfica para adolescentes Be Kind Rewind, a bordo de barcos tipo crucero, generando con éxito cortometrajes en Estados Unidos, Francia y México. En 2013 es galardonado con el premio al mejor cortometraje poblano del Festival Internacional de Cine de Puebla (FICP, 2013). En 2014 es invitado al panel Cambiando el Mundo con el Arte, dentro del Festival Internacional de Innovación Social, en Santiago de Chile. Fue coordinador en tres emisiones del Diplomado en Gestión Cultural que ofrece la Secretaría de Cultura de México, antes CONACULTA. Estudia la Maestría en Estética y Arte, especializándose en el estudio darwiniano sobre la estética del Ajedrez, y trabaja en el guión sobre un atraco basado en sus frecuentes visitas a bares. Actualmente, publica artículos de divulgación en la plataforma LandingMX.