El reggaeton es, sin duda, uno de los géneros musicales más controversiales de la última época, ya sea por letras misóginas y machistas o por su poca propuesta musical. Entonces se preguntarán el porqué del título para el siguiente texto. Es simple… porque deseo abordar la censura musical y la libertad de expresión.
Hace unas semanas vi en el muro de Facebook de una conocida – quien, por sus publicaciones en dicha red social, presuntamente se trata de una persona que lucha por los derechos humanos, y más específico, de los artistas – la frase: «¿Saben cuál es la diferencia entre Bachata y Reggaetón? A mí me parecen igual de horribles.»
Las diferentes manifestaciones artísticas son un reflejo de la sociedad en que vivimos; ideales, miedos, frustraciones o victorias, individuales o colectivas. Los artistas, desde mi punto de vista, se vuelven, sin querer o tal vez queriendo, portavoces de estas ideas y emociones que viven en cada uno de nosotros, por lo tanto, el Reggeatón, la Bachata, la Trova, el Rock, etc., son el resultado de procesos sociales que vivió un grupo de personas en algún tiempo y lugar determinado. Su desarrollo masivo corresponde a la industria musical y su necesidad de generar productos de venta fácil.
Por otro lado también ha existido la censura musical desde tiempos remotos, ya sea ciertos acordes considerados “del demonio” o temáticas para una ópera por ser consideradas un insulto hacia la realeza. Lo que es un hecho es que vivimos en un mundo lleno de censura y la música no es la excepción.
La Organization International Freedom of Musical Expression[1], que tiene el estatus de Consultor Especial ante las Naciones Unidas, ha reportado desde su origen un sin fin de violaciones a los derechos humanos de los músicos, así como la censura de diversos géneros, ya sea por temas políticos, religiosos o raciales. Esta organización tiene como objetivo proteger o mejorar las libertades artísticas en todo el mundo, así como para ayudar a los músicos en riesgo a través de campañas, acciones y proyectos que sirvan para concientizar al mundo.
Entre las últimas noticias que esta ha dado a conocer se encuentra la censura que realizó la Radio Pública de Corea del Sur al cantante Psy al prohibir la difusión de 4 de sus canciones por mencionar la marca Walkman dentro de las letras.
Otro acontecimiento ocurrió en un pueblo al norte de Pakistán donde se prohibió totalmente la música que se interpreta en las ceremonias de boda. Aquellos que no obedecen son arrestados e incluso torturados. Uno de los pobladores comentó para una entrevista:
«Esta situación ha generado disturbios generalizados entre la población local. Toda la zona estaba en manos de un temor constante cuando los talibanes dominaban la zona… ellos (talibanes) habían prohibido la música así como (ordenaron el cierre de todos) los centros de música y las casas de CD… Los talibanes se han ido hace tiempo, pero ahora sufrimos a manos del personal de policía que están aplicando la misma regla aplicada por los talibanes”.[2]
En México no estamos exentos, pues varios estados han prohibido transmitir narcocorridos en las emisoras radiofónicas. Además de la censura, se tienen reportes de atentados y asesinatos en contra de músicos pertenecientes a agrupaciones de música norteña o banda.
En la actualidad vivimos en una sociedad violenta, con poca tolerancia hacia otras religiones, razas, ideologías, preferencias, etc., que se ha reflejado en el arte mismo y por supuesto en la música. No se trata de justificar acciones que violenten o denigren a las personas, se trata, creo yo, de entender que como individuos es nuestro compromiso tener ser mayor tolerancia y apertura. Tal vez no sea de nuestro gusto ciertos géneros, pero no es justificación para denigrar a los que sí optan por estos.
A partir de lo anterior, es necesario decir sí a todos los géneros y dejarlos expresarse. En cuanto a las letras con alto contenido sexual, machistas, misóginas o violentas, no son exclusivas de un solo género; podemos encontrar letras similares en el rock, rap, salsa, norteña y otros. Esto no justifica su existencia, al contrario, trato de demostrar que esto lo podemos encontrar en otros y, desde mi perspectiva, es tarea de la sociedad (incluidos los mismos artistas) junto con los gobernantes generar una sociedad con valores mayormente definidos.
Es reprobable que en una época de tanta violencia se creen temas con tan poca sensibilidad y que, para una servidora, la censura es el camino incorrecto.
Podré no estar de acuerdo con lo que dices, pero defenderé hasta la muerte tu derecho a decirlo.
Voltaire
Referencias
[1] www.freemuse.org
[2] http://freemuse.org/news/pakistan-police-ban-music-weddings/