Se acabaron tus 6 años, Enrique, eres el peor presidente de los últimos tiempos, y eso no es decir poco, después de las pésimas administraciones de Luis Echeverría (1970-1976), José López Portillo (1976-1982) y Miguel de la Madrid (1982-1988), el último habitante de Los Pinos se dedicó, “sin querer”, a Mover a México, pero al precipicio. Enrique Peña Nieto deja Palacio Nacional con el nivel de aceptación más bajo (según la Encuesta Reforma publicada el día de ayer) de los últimos 4 presidentes.
Pero no todo fue malo en los 6 años de Enrique en la Presidencia, si bien llegó a ella por medio de gastos de campaña que superaron los límites que marcaba la ley, su victoria no fue tan cuestionada como la de su antecesor y eso le permitió llegar con un impulso reformador importante.
Fue así como Enrique plantearía el Pacto por México en 2013, acuerdo político que por fin nos llevaría a una suerte de gobierno de coalición (a la “europea”), por medio del cual, los tres principales partidos políticos de ese entonces (PRI, PAN y PRD) se pusieron de acuerdo para aprobar en el congreso una gran batería de reformas, entre las que destacan las siguientes:
- Educativa
- Telecomunicaciones
- Fiscal
- Financiera
- Política-electoral
- Energética
Las reformas de Enrique han tenido resultados mixtos, destaca de manera positiva la del sector Telecomunicaciones que ha permitido que muchos más mexicanos tengan acceso a servicios telefónicos e internet más barato, hecho que incluso se reflejó en el índice de inflación.
Asimismo, la reforma financiera permitió que existan muchas más fuentes de financiamiento y entidades financieras no tradicionales que posibilitan la existencia legal de esquemas de financiamiento colectivo o crowdfunding,el llamado blockchain y las criptomonedas.
La reforma político-electoral, con muchas limitaciones, posibilitó las candidaturas independientes para cargos de elección popular, desde la presidencia de México hasta presidencias municipales, pasando por el Congreso de la Unión y congresos estatales.
Pero han sido las reformas educativa y energética las que nunca terminaron de cuajar. Por un lado la educativa, trató de modernizar el Sistema Educativo Nacional por medio de la inversión en infraestructura sin tomar en cuenta a los protagonistas, los maestros y por el otro, la energética no ha dado los frutos que se esperaban a 5 años de aprobada.
La caída de Enrique
Solo 2013 pareció ser un buen año para Peña Nieto, a partir del siguiente año todo se ha derrumbado con la Casa Blanca, la Estafa Maestra y los casos de corrupción de miembros del gabinete y gobernadores de todos los partidos políticos, pero principalmente del PRI.
En temas de seguridad, el caso de Ayotzinapa destaca por el desaseo con que se hicieron las investigaciones y las conclusiones de la investigación que llevó a cabo la PGR, pero también la situación en la que queda el país en la lucha contra el narcotráfico, llegando incluso a señalarse en el jucio a El Chapo que Enrique fue sobornado por su organización criminal, cuestión que no pocos ciudadanos creen posible.
Y para acabar, el “ex presidente en funciones” decide darle la máxima condecoración que se le puede dar a un extranjero, la Orden del Águila Azteca, al yerno de de Donald Trump,Jared Kushner, argumentando que jugó un papel fundamental en la renegociación del tratado de libre comercio entre Estados Unidos, Canadá y México, el T-MEC.
Pocos recordarán a Enrique por las cosas buenas que sí realizó y muchos, desgraciadamente, lo recordarán por sus pifias y los errores cometidos en su adminitración, nosotros solo podemos decir: ¡hasta nunca, Enrique, hasta nunca!