¿Sabes guardar un secreto? Sobornos en Latinoamérica – Landingmx

Si investigar uno o varios sobornos es un trabajo complicado para un fiscal, un juez o alguna autoridad; para un periodista puede convertirse en una tarea prácticamente imposible.

Por lo general, el pago de una mordida[1] o algún pacto similar se lleva a cabo con sigilo y sin que muchas personas tengan conocimiento de los detalles del caso. Por ello, demostrar la existencia de alguna irregularidad por el estilo requiere de al menos una pista por parte de uno de los involucrados para que el reportero pueda desarrollar su trabajo.

Este, ha sido el caso en muchos de los reportajes realizados por periodistas que durante meses buscan pistas adicionales y corroboran hechos desprendidos de la revelación original, para publicar una nota que termina por convertirse en un escándalo.

Aunque este tipo de trabajos son escasos, en Latinoamérica algunas empresas han sido protagonistas de historias como esta, y México no ha sido la excepción.

En 2013, el periódico estadounidense The New York Times reportó que la empresa controladora de supermercados Walmart pagó sobornos a funcionarios en México para obtener permisos, y así, establecer sus tiendas en algunas partes del país, además de agilizar algunos trámites burocráticos para desarrollar las obras.

Si bien los dos periodistas que elaboraron el mencionado reportaje tardaron más de un año en terminar su trabajo, pues buscaron cientos de documentos y entrevistaron a una gran cantidad de personas; la primera pista en el punto de partida vino por parte de un ejecutivo de dicha empresa, quien con un archivo de Excel había dado los primeros indicios de posibles irregularidades en las que Walmart en México había incurrido.

Esta pista llegó a las manos del periodista David Barstow, quien para entonces ya contaba con dos premios Pulitzer en su espalda por diversas investigaciones, además de su amplia experiencia en reportajes de largo aliento.

Barstow empezó una parte de la investigación en Estados Unidos, no obstante, otra tenía que ser realizada en México en donde recibió la ayuda de Alejandra Von Bertrab, quien sería su compañera en el reportaje cerca de año y medio.

“¿Sabes guardar un secreto?”, palabras con las que Barstow se acercó a Von Bertrab para hacerla su cómplice laboral, narra la periodista mexicana en diversas entrevistas que cada uno de los dos autores dio luego de haberse ganado el Pulitzer por su pesquisa sobre Walmart.

 

De ahí en adelante fueron meses de trabajo intenso. Por una parte, Alejandra en México indagó en los archivos de las dependencias involucradas en el caso, así como los permisos que habían dado para que la empresa pudiera levantar algunos de sus supermercados, entre otros documentos.

Von Bertrab hizo uso de las leyes de acceso a la información para entrar a los archivos de las dependencias, e incluso, a los discos duros de sus computadoras, para establecer qué era ilícito y qué no. También comparó los trámites que otras empresas realizan para poder establecer sus supermercados en el país.

Barstow verificó hasta qué punto los directivos de la compañía en Estados Unidos sabían lo que sucedía en México. Resultó que las irregularidades no eran recientes, pues algunas correspondían a principios de este siglo, cuando la cadena de supermercados fundada por el magnate Sam Walton llegó al país.

El trabajo final, plasmado en un par de historias publicadas durante 2013 en el Times, mostró contundentes irregularidades que derivaron en investigaciones por parte de las autoridades, así como en nuevas prácticas laborales por parte de la empresa para asegurar que no vuelva a ocurrir un caso parecido.

Los periodistas, por su parte, recibieron premios y el reconocimiento de muchos por el riguroso trabajo que realizaron por meses…

Casos, en los que el reportero recibe una pista y más allá de hacer una nota, termina por hacer un reportaje de largo aliento, no son muchos. Sin embargo, en otros países se han dado.

En Colombia, el periodista Gerardo Reyes en los años 80 reportó el caso de los sobornos de la empresa Ericsson; también en Argentina, Hugo Alconada los pagos ilícitos de Siemens a lo largo de varias administraciones, para obtener contratos con el gobierno y sobornos para borrar el rastro de las irregularidades en las que había incurrido.

Este último, incluso recopiló su trabajo en el libro “Las coimas del gigante alemán”, en el que Alconada relata los detalles del caso y sus implicaciones en varios gobiernos, que comprendía el del expresidente Carlos Menem y algunos posteriores.

El pago de sobornos de una empresa multinacional a algún gobierno latinoamericano para obtener un tipo de beneficio como contratos, permisos etcétera, cobró vigencia de nueva cuenta con un caso que trascendió fronteras y administraciones.

En diciembre del año pasado, cuando muchos se preparaban para tomar sus vacaciones navideñas, el gobierno de Estados Unidos reveló que la empresa brasileña Odebrecht, la constructora más grande de América Latina, pagó diversas coimas en varios países del continente para obtener contratos de obra pública.

 

La maestría con la que operaba la compañía para ejecutar los pagos llega a ser sorprendente e incluye bancos en paraísos fiscales, áreas independientes secretas dentro de la empresa y ejecutivos con maletas llenas de efectivo para ser entregado en países latinoamericanos y Estados Unidos.

Desde entonces, muchos medios del continente han venido reportando cómo se ha realizado la investigación por parte de las autoridades de sus respectivos países.

En Perú, dos expresidentes ya han sido vinculados con Odebrecht; en Colombia, la empresa parece haber financiado parte de la campaña del presidente Juan Manuel Santos, lo que ha desatado un escándalo nacional; y en otros países como en Argentina y Panamá, también se adelantan investigaciones.

Sorprende, por otro lado, la parsimonia que ha mostrado el gobierno mexicano para enfrentar el caso, pues con un escueto comunicado informaron que han comenzado a investigar qué sucedió, sin ofrecer mayor información ni los posibles involucrados[2].

 

Referencias

[1] En América Latina se refiere al beneficio o dinero obtenido de un particular por un funcionario o empleado, con abuso de las atribuciones de su cargo.

[2] El pasado 13 de abril el periódico El Economista publicó que un ex-funcionario de Odebrecht reveló que Emililo Lozoya (ex-director general de Pemex de diciembre 2012 a febrero de 2016) recibió 5 millones de dólares con el fin de conseguir nuevos y mejores contratos en México. Aquí el vínculo a la nota: http://eleconomista.com.mx/industrias/2017/04/13/ex-funcionario-odebrecht-revela-que-lozoya-recibio-5-mdd-lo-rechaza, consultada el 16 de abril de 2017.

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