El 20 de enero de 2017, Donald Trump tomó posesión como presidente de los Estados Unidos y con ello, finalizaron toda una serie especulaciones acerca de cómo sería su mandato. El presidente Trump ha respetado sus promesas de campaña, aunque muchas de ellas parezcan absurdas o contraproducentes para su propio país. Una de las decisiones que el primer mandatario de los Estados Unidos tomó en la primera semana a cargo de la economía más grande del mundo, fue la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (“TLCAN”) entre Canadá, Estados Unidos y México, el justificante: el acuerdo comercial no ha sido beneficioso para la economía estadunidense y ha sido la mexicana, la economía que ha obtenido mayor ventaja del mismo.
Para hablar del TLCAN nos tenemos que remontar a 1994, año en el que entró vigor, creando una de las mayores zonas de libre comercio del mundo; se hablaba en ese momento de todos los beneficios que éste traería para las tres economías, México, al tener libre acceso al mercado más grande del mundo dejaría de ser un país en vías de desarrollo para convertirse en un país desarrollado. La realidad todos la conocemos, seguimos luchando contra la pobreza creciente, la desigualdad social y económica y a esto se suma la corrupción de los servidores públicos.
Desde la puesta en marcha del TLCAN, los flujos de comercio, las inversiones y la generación de empleo asociado a éste han crecido de manera considerable[1].
Para ilustrar esta situación, recabamos datos de la Administración Internacional de Comercio de Estados Unidos (International Trade Administration[2]) y elaboramos el Gráfico No.1 que muestra el comportamiento del comercio de bienes y servicios entre Estados Unidos y México (Exportaciones e Importaciones y saldo de la Balanza Comercial) además del tipo de cambio peso mexicano (“MXN”) sobre dólar estadunidense (“USD”)[3] para el periodo 2002 – 2015.
Fuente: Elaboración propia con datos de la International Trade Administration, http://www.trade.gov/mas/ian/tradestatistics/index.asp y la página en internet del Sistema de Información Financiera del Banco de México: http://www.banxico.org.mx/SieInternet/consultarDirectorioInternetAction.do?sector=6&accion=consultarCuadro&idCuadro=CF86&locale=es, consultada el 29 de enero de 2017 y el 1 de febrero de 2017, respectivamente.
Como se puede observar, Estados Unidos ha presentado desde 2002 hasta 2015, un saldo deficitario en la balanza comercial[4] con México, es decir, México le vende a Estados Unidos más bienes y servicios que los que Estados Unidos le vende a México, esto también es derivado de la depreciación del MXN frente al USD[5].
Entonces…
¿México al exportar más a los Estados Unidos de lo que importa de ellos genera un perjuicio para los gringos?
¿Es México el único país con el que Estados Unidos presenta déficit comercial?
La respuesta a la primera pregunta es NO, Estados Unidos se beneficia al comerciar con México al poder consumir bienes y servicios de buena calidad a precios muy bajos, asimismo, gran parte del comercio entre estos dos países está relacionado con cadenas de producción regionales y/o globales que han establecido en México los eslabones intensivos en mano de obra (manufactura y maquila, principalmente) de estas cadenas de producción para tomar ventaja de las bajas remuneraciones de los trabajadores en México.
La respuesta a la segunda pregunta también es NO, nuestra economía no es la única con la que Estados Unidos presenta déficit comercial, de hecho, los Estados Unidos desde hace muchos años tiene un déficit comercial generalizado, siendo China el país con el que presenta el saldo deficitario más alto con 49.24 por ciento del total para 2015, mientras que México, para ese mismo año, sólo representa el 8.14 por ciento.
De hecho, al considerar el déficit comercial que los Estados Unidos tiene con Alemania y Japón (países desarrollados) y lo sumamos al de China y México (países típicamente manufactureros), nos daremos cuenta que con estos 4 países los Estados Unidos tiene el 76.66 por ciento del total. El Gráfico No. 2 presenta la evolución del saldo de la Balanza Comercial de los Estados Unidos con respecto a los países seleccionados en la muestra.
Fuente: Elaboración propia con datos de la International Trade Administration, http://www.trade.gov/mas/ian/tradestatistics/index.asp, consultada el 29 de enero de 2017.
Estos datos nos revelan que México ha mantenido una participación pequeña y estable en el saldo deficitario de la balanza comercial estadunidense, mientras que China ha presentado un crecimiento bastante pronunciado en los últimos años pasando de 22 por ciento en 2002 a 49 por ciento en 2015.
Después de haber revisado estas cifras, ¿por qué si Estados Unidos tiene un claro beneficio de haber entrado al TLCAN y no es la mexicana la economía con la que presenta el mayor déficit comercial, el presidente Trump quiere renegociar el TLCAN?
En las siguientes entregas de esta serie, explicaremos los flujos de Inversión Extranjera Directa proveniente de Estados Unidos a México, cómo esto determina parte de los flujos comerciales y profundizaremos en la explicación de las cadenas productivas entre estas dos economías.
BIBLIOGRAFÍA Y REFERENCIAS
[1] Página en internet del TLCAN: http://www.naftanow.org/facts/default_en.asp, consultada el 29 de enero de 2017.
[2] Página en internet de la base de datos estadística de la International Trade Administration: http://www.trade.gov/mas/ian/tradestatistics/index.asp, consultada el 29 de enero de 2017.
[3] Página en internet del Sistema de información financiera del Banco de México: http://www.banxico.org.mx/SieInternet/consultarDirectorioInternetAction.do?sector=6&accion=consultarCuadro&idCuadro=CF86&locale=es, consultada el 1 de febrero de 2017. [4] La balanza comercial es un registro contable de las exportaciones (“X”) e importaciones (“M”) de un país, ésta puede tener un saldo superavitario (X > M), deficitario (M > X) o en equilibrio ( X = M). [5] Al depreciarse el MXN frente al USD los bienes producidos y los servicios prestados de México a Estados Unidos se vuelven más baratos para los consumidores estadunidenses.