La labor de los economistas no es fácil, como tampoco lo es la medición del crecimiento y menos del desarrollo económicos, siempre nos movemos entre cifras preliminares sujetas a revisión y cambio, con lo cual, las estimaciones realizadas en primera instancia no son lo precisas como quisiéramos.
Estancamiento
En el primer semestre de 2019, los pronósticos de muchos economistas experimentados decían que la economía mexicana caería en recesión técnica, es decir, acumularía dos trimestres con crecimiento negativo del Producto Interno Bruto (PIB). Esto no fue así pues las cifras PRELIMINARES indicaron que, en el segundo trimestre del año, el PIB había crecido 0.1%, librándose de la “maldita recesión”.
Sin embargo, la semana pasada se publicaron los datos ajustados (definitivos), los cuales reflejan que la tasa de crecimiento del producto pasó de 0.1% a 0.02%, que redondeado sería un 0.0%, es decir, la economía está estancada, no crece o crece muy poco.
A pesar de esto, hay otros indicadores que revelan que en el futuro el PIB podría crecer a tasas mayores de lo que lo ha hecho en los primeros 6 meses de esta año, tal es el caso de la Inversión Extranjera Directa, que, en el mismo periodo de estudio, mantuvo los niveles de años anteriores, lo cual refleja la confianza de los inversionistas extranjeros en la economía mexicana.
Los pobres siguen creciendo, la pobreza disminuye
Suena como una paradoja, pero de acuerdo con datos del Consejo Nacional para la Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL), en el 2018, el porcentaje de la población que vive en situación de pobreza fue de 41.9% (52.4 millones de personas) mientras que en 2008 -cuando se empezó a hacer la medición- el porcentaje era de 44.4% (49.5 millones de personas), es decir, la pobreza disminuyó en 2.5% con respecto al total de la población. Sin embargo, en términos reales, es decir, en número de personas -que es lo que nos debe importar y que los economistas a veces no consideramos- en México hay 2.9 millones más de pobres.
En este sentido, sería relevante preguntarnos por qué si el país había crecido en promedio en ese periodo a una tasa de 2% anual, el número de personas en situación de pobreza ha aumentado.
Crecimiento no es necesariamente desarrollo
En la teoría económica, existen dos conceptos, el crecimiento económico y el desarrollo económico. El primero hace referencia al aumento en la producción de bienes y servicios de un período de tiempo a otro, el cual se mide usualmente en términos del PIB en términos nominales o reales (sin considerar la inflación), mientras que el segundo, hace referencia al aumento de la calidad de vida de las personas, usualmente se mide por el Índice de Desarrollo Humano (IDH) publicado por la ONU y toma valores de 0 a 1, en donde 0 sería la ausencia de calidad de vida y 1 sería total calidad de vida.
El IDH toma en consideración diferentes indicadores para medir el desarrollo de la población:
– Salud
– Educación
– Ingreso
– Inequidad
– Género
– Pobreza
– Trabajo, empleo y vulnerabilidad
– Seguridad humana
– Comercio y flujos financieros
– Movilidad y Comunicación
– Sostenibilidad ambiental
– Demografía
– Sostenibilidad socioeconómica
Al revisar la evolución del IDH de 2008 a 2017, nos damos cuenta, que, si bien ha habido una mejora, ya que ha pasado de 0.74 a 0.77, esta mejora no ha permitido avanzar con respecto a otros países, esto se constata al comparar el lugar que ocupaba México en 2008 -70 con respecto a 189 países- con el que ocupó en 2017 -lugar 74-, es decir, que ha habido al menos 4 países que avanzaron mucho más rápido en términos de desarrollo humano que el nuestro.
En esta clasificación destacan por su alto grado de desarrollo países como Noruega (2017: 0.95), Suiza (2017: 0.94), Australia (2017: 0.94), Irlanda (2017: 0.94), Islandia (2017: 0.94) o Hong Kong (2017: 0.93); mientras que en el fondo de esta lista se encuentran países africanos como Niger (2017: 0.35), la República Central Africana (2017: 0.37), Sudan del Sur (2017: 0.39), Chad (2017: 0.40) o Burundi (2017: 0.42).
¿Se puede tener desarrollo sin crecimiento?
Al confirmarse que el crecimiento del PIB en el segundo trimestre de 2019 había sido de prácticamente 0.0%, el presidente de México dijo que le importaba más el desarrollo económico que el crecimiento. Ante estas declaraciones, nos preguntamos si efectivamente podría haber desarrollo sin crecimiento económico.
En estricto sentido, podría lograrse desarrollo económico sin crecimiento, si se distribuyeran de mejor manera los mismos recursos mediante políticas públicas dirigidas a las personas en situación de pobreza, asimismo, esto podría implicar el aumento de los impuestos directos como el Impuesto sobre la Renta (ISR) e indirectos como el Impuesto al Valor Agregado (IVA), es decir, implementar una Reforma Fiscal y de la mano de ésta, llevar a cabo un cambio súbito en el diseño e implementación de las políticas públicas en el contexto de una población creciente.
Dado lo anteriormente mencionado, sería menos difícil distribuir un “pastel más grande” entre más personas, por lo que siempre es deseable que haya mayor crecimiento económico para que la distribución de los recursos se lleve a cabo de mejor manera.
Por esta razón, la administración actual, por medio de la Secretaría de Hacienda, anunció un plan de 485 mil millones de pesos para enfrentar la desaceleración económica y con esto, tratar de sacar a la economía mexicana del estancamiento. En futuras entradas, seguiremos analizando el desempeño de la economía mexicana.
Mauricio Elías es creador de LandingMX, nació en la Ciudad de México, estudió en la UNAM desde el bachillerato en donde estudió Economía, su paso por la Universidad de Essex en Inglaterra y sus múltiples estancias en otros países han definido su personalidad.
Dentro de sus principales intereses están los temas económicos, así como las actividades culturales y el ciclismo, que practica regularmente.