Cuando comencé el viaje de descubrimiento el año pasado entorno a la búsqueda de una alfabetización digital inserta en la ciudad de Santiago, Chile, las necesidades eran múltiples. Las personas buscaban sumarse a la tendencia de la «transformación digital» desde todas las aristas. La transformación digital, un fenómeno de la revolución digital, donde se funde el estilo de vida, la cultura organizacional en casos empresariales y el uso (prácticas) tecnológico.
En el caso de los emprendedores, la alfabetización y la transformación digital van ligadas a las herramientas de apoyo a la gestión y el marketing que permitan competir a los micro y pequeños empresarios. En un mundo donde la formalización del negocio va cada día enmarcando los costos en herramientas digitales, puede que, en un futuro, éstas que permitían hablar de ROI como algo muy alto, dado los gastos, no sea tal en un mercado donde la saturación de contenidos podría transformarse en un problema. El tema es que esta saturación podría ser de prodigios 0 de basura.
Los temas de la saturación del contenido pueden generar hastío en las personas y en un mercado de oportunidades generar rechazo, poca credulidad, una alta tasa de cotización y por ende, en negociaciones ansiosas, generar una baja en los precios camino a la pérdida.
En el caso de la vida en comunidad escolar, la transformación digital va ligada a lo que trato en mi blog: conversaciones y trabajos grupales. Al uso sano de la tecnología, tal como existe el wellness, fitness y comida sana, la dieta tecnológica permite respiros cerebrales y de conductas que nos conecten a la realidad, por eso el nombre #reconectate, por la búsqueda de generar instancias de comunicación, dado que muchas veces tenemos el teléfono con contactos y conversaciones, pero no siempre conversamos involucrados con el otro.
Foto: Robin Worral / Unsplash
En el caso de la brecha digital por edad, me han llegado casos maravillosos que unen a las personas y sus búsquedas personales. Les contaré:
Hace muy poco tiempo hablaba de manera muy displicente de Tinder y happnd, pero, resulta que de haber hecho un programa radial de ironía sobre el encontrar pareja en línea llegaron personas contrarrestando con sus historias, amigos que se habían conocido en Tinder y que ahora estaban casados, parejas que luego de mucho tiempo de estar solos se habían atrevido a entrar a Tinder a buscar pareja y les daba resultando para conocer gente y hacer un paréntesis en su soledad.
Dirán, ¿qué tiene que ver con brecha digital por edad?, bueno para un millennial esto puede ser pan comido, como crear un perfil y relacionarse, pero para una viuda o separada de 50 y algo, es una odisea con todo un mundo nuevo por descubrir.
Así nació mi nuevo servicio, estoy ayudando a las personas que tienen problemas para crear su perfil o relacionarse por Tinder con asesorías de apoyo, todo nació con una amiga que es terapeuta, por lo que no es algo que haga de manera irresponsable, toda práctica de uso debe ser acompañada en momentos de desarrollo, dado que los miedos (el mismo miedo de una abuelita hacer su primera transferencia en línea) puede manifestarse en otros escenarios. Por lo que me tiene muy contenta esta nueva forma de apoyar a las personas que se complementa al crecimiento de éstas, además que los temas de pareja son algo muy complejo.
Entonces, ¿por qué el título de Reconéctate 1.0?, porque prontamente verán el 2.0 y así espero llegar al 3.0 de la web semántica y sucesivamente, como estará dando vueltas el mundo a un 7.7, ¿quien sabe?
Esta entrada fue originalmente publicada en el blog de la autora: https://andreasalinas.cl/reconectate-1-0/
Comunicador Social, Master en Comunicación y Educación.
Con experiencia internacional. Me encanta hacer clases y asesorar.
Trabajo en investigación de conductas digitales.
